domingo, octubre 10, 2010

Como copulan los indios

Bueno, el otro día fui al dentista. Es un dato irrelevante, lo se, pero lo cuento porque mientras lo esperaba y leía la revista VIVA del 98...(Médicos y dentistas, aprendan de los peluqueros y actualicen sus revistas) Eso. Mientras leía encontré en una revista un artículo muy bueno que quisiera compartir con todos ustedes.
La nota era algo así como "Jugá a ser una actriz de una película porno" y proponía entre otras cosas, componer un personaje, que podía incluir metal, antifaz, improvisar una pose donde se viera el perineo en primer plano y filmarse al mejor estilo Víctor Maytland.
Ay, las mujeres y el porno. El porno y las mujeres. ¿Que quieren que les diga?. A mi la de ver con un chico una porno me gusta, pero no es algo que me desvele. Para mi se disfruta mejor en soledad.
Y además, una cosa es lo erótico, la película con el cuentito, la historieta, lo sutil, y otra cosa es lo bestial, el hardporn, violento, todos contra una, enanos...

Hace unos años , a una amiga que hacía yoga le "lavaron" la cabeza en unos cursos sobre la importancia de "la energía sexual" del "sexo tántrico" , la liberación del espíritu en cada polvo... no se, un chanta medio pai que seguro se las quería cojer a todas y se inventó esa. Cuestión que mi amiga empezó a hinchar las pelotas con lo importante que era el kamasutra para la columna , para el cuerpo, para que fluya la sangre e insistía que teníamos que hacer el curso con el yogaman, que nos cambiaría la vida, que ella con el novio cojían siete veces por día.
A ver, yo salía con un gordito de perfil bajo ,profesor de computación del IAC y la verdad, no tenía nada que perder... así que fui.
El tipo era una mezcla de Cachito Vigil y Claudio María Domínguez, pero con la cara de Roberto Piazza. Después de una charla donde contó con lujo de detalles como copulan los indios, nos hizo tirar en el piso boca abajo. Yo pensé "Chau, acá nos la pone". Pero ojalá hubiera sido eso. Lo que pasó fue mucho peor.
La primera consigna era tratar de sentir el punto G. Un punto que si alguna vez existió en mi cuerpo , debe haberse borrado al toque. Todas gemían como fieras, el pai abría lo brazos al grito de "Esto es la verdadera revolución sexual" y yo trataba de hacer fuerza para no tirarme un pedo. Esa era la situación. Tristísimo.
De más está decir que no volví más.
Pero algo de todas las locuras que dijo el tipo , quedó resonando en mí, así que busqué un kamasutra y lo estudié para ponerlo en práctica. Lo mío era un pensamiento básico : "Yo no puedo ser menos que las cojedoras de mis amigas, YO TENGO QUE PODER CON ESTE LIBRITO DE MIERDA"
Como no estamos en el programa de Alessandra Rampolla, no voy a relatar en profundidad lo que pasó esa noche ,en esa habitación entre el gordito buena gente y yo. Pero no fue bueno , muchachos. No fue nada bueno.
Lo único que les puedo decir es que hicimos una pose que se llamaba "UNION DEL SIMIO" , que tomé dicofenac forte un mes seguido, que no solo NO nos vimos más, sino que prometimos no contarle a nadie NUNCA , lo que había sucedido en esas cuatro paredes.
No se, saquen sus propias conclusiones. Haganse su propia película...de terror.