miércoles, agosto 18, 2010

Si googleamos "soltería" nos encontramos con lo siguiente:
"Ser soltero no es malo, aprende a sacarle provecho a tu soltería".
"La soltería no es un fracaso".
"El síndrome de la solterìa" y paremos ahí porque siento que voy a deprimirme.
La palabra "soltero/a" nunca me gustó. Mi abuela tenía un primo que era el estereotipo del solterón empezando por que se llamaba Nicasio.
Quizás asocio con que una vez lo encontré en el baño en una posición que aún hoy me cuesta describir, pero la palabra soltero/a me da olor a humedad. Prefiero decir "soy sola".
Yo soy sola desde hace seis meses. En realidad fui sola toda mi vida, solo que antes compartía mi neurosis con otro.
Cada cambio de estado civil trae aparejado un duelo pero para mí el duelo más dificil es aceptar lo que sucede cuando una sale al mercado.
La fantasía asociada a la soltería con la libertad sexual, el disfrute, el pirataje, la festichola, el sex toy, el Guillote Coppola que está muy lejos de la realidad.
Que un día vas a ir una fiesta y va a aparecer Gonzalo Heredia y te va a decir:

-Hola , soy solo.
-Ay , yo tambien.
-Te invito a desayunar mirando el río.

NO EXISTE.

A lo sumo te encontrás con un pelado con rasgos psicopáticos ,que desmereciendo al género ,te invita a tomar el té y te cuenta que votó a Pino Solanas. O con la generación sub 40 que no para de tomar viagra.
El que se cree Alfie y lleva tatuado el logo de playboy, es a veces el primero que llega a su casa y busca econtrar la bombachita colgando de la canilla del baño.
La histeria y la fobia se atraen creando una usina de vanidades, miedos, mañas y citas fallidas en la que buceamos los solos y solas.
En busca de quien sabe qué. De un clavo oxidado que saque otro clavo oxidado.
Asi y todo hay situaciones en la que me rehuso a caer. Reunión de mujeres , de "no elegidas", hablando mal de los tipos con un cenicero lleno de puchos con rouge en las collilas.  Por el momento prefiero seguir en mi casa viendo maraton de series y de vez en cuando clavarme un especulador que haga uso y abuso de llamar cuando quiera, uno que no sepa bien lo que quiere.  Igual yo tampoco se lo que quiero. Ahí está el verdadero comienzo de algo. Y no es poco.